Campaña del terror… dejó de asustar

Arturo Benítez

Estamos en pleno siglo XXl, por lo tanto nuestra población ya no cree en el terror, especialmente el proveniente de algunas fuerzas oscuras que se ocultan detrás del partido ARENA.

Para empezar, definiré que es TERROR, y según el diccionario manual de Larousse es un miedo grande, pavor de algo que se teme.

Se llamó TERROR al período de la Revolución Francesa que se extiende desde el 5 de septiembre de 1793 hasta el 9 de termidor (28 de julio de 1794), en el que imperó una gran represión en contra de aquellos que amenazaban las nuevas instituciones.

También en Colombia ha recibido este mismo nombre el espacio que media entre 1816 y 1819 durante el cual los gobiernos de Morillo y Sálamo dependientes de la metrópoli, intentaron sofocar con rigor los deseos independistas.

Bueno, para no dejarlos en duda, TERMIDOR es el undécimo mes del calendario republicano francés (del 19 ó 20 de julio al 17 ó 18 de agosto).

Entrando en materia, todo el pueblo sabe muy bien que es imposible que el Tribunal Supremo Electoral tenga el poder de influir en fuerza solidaria para evitar de infundirle pánico a los electores.

Prácticamente, hasta que se reformen los estatutos actuales, específicamente del manejo e influencias que ejercen los partidos políticos, se podrá avanzar en ese sentido.

No cabe duda que en este momento ARENA está practicando el terror: un método de acción política destinado a sembrar el miedo en un grupo social, racial o religioso en una comunidad o ciudad, y en algunos casos a desestabilizar al estado.

Ya han pasado muchos años, desde que se firmó el documento que contiene los acuerdos de paz entre el gobierno y las fuerzas del FMLN, y ya no es justo que a estas alturas, las dictaduras militares de ese entonces haya sido sustituida por dictaduras civiles más recalcitrantes.

A estas alturas, le sugiero al Tribunal Supremo Electoral que en cada uno de los 262 municipios del país, se haga presente un observador internacional acompañado por cada uno de los partidos políticos que estarán en la contienda; de esta manera habrá una verdadera trazabilidad en el proceso que se inicia desde el momento de arranque de las votaciones, hasta el traslado y conteo de cada uno de los votos.

También no se vale que una papeleta de votación no lleve la firma y sello de los responsables de cada centro de votación, ya que da lugar a dudas o sospechas de fraude. Con justa razón Mauricio Funes, no es que está asegurando que habrá fraude, lo que está reclamando es que se den las condiciones de transparencia y honestidad en el proceso, debido a que en el pasado el pueblo ha sido burlado.

Le pido a la fórmula presidencial del FMLN que no se canse de analizar las propuestas que ofrecerá al pueblo, en lugar de estar contestando a los ataques sin fundamento del partido en el gobierno.