Luis Romero Pineda
Redacción Diario Co Latino
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- Mauricio, usted pasó de ser el entrevistador de la gente a buscar la Presidencia de El Salvador. ¿Cómo inició su pensamiento crítico?Yo he tenido una formación, tanto a nivel de colegio como en la universidad, que me llevó a aproximarme a la realidad desde una perspectiva crítica, por una visión dada a los planteamientos de la pedagogía del oprimido y de la
educación como práctica de la libertad.
Eso llevó a que yo tuviera un conocimiento temprano de la realidad nacional a partir del estudio sistemático de la vida de un marco teórico que lo fui construyendo como estudiante. Además, yo tengo una formación autodidacta en el sentido de que, más allá de lo que aprendí de las aulas universitarias, me dediqué a estudiar textos de sociología, ciencias políticas, economía, economía política y relaciones internacionales.
Eso, luego como periodista, me sirvió como instrumento para el estudio de la realidad. En mi ejercicio periodístico, a lo largo de 21 años al frente de diferentes programas de televisión y radiales, yo siempre me aproximé a la realidad desde una perspectiva crítica.
Mi marco teórico me llevó a que la realidad no podía ser vista desde una posición falsamente neutral.Para quienes sostienen que el periodista, para ser objetivo, tiene que ser neutral -
entendiendo la neutralidad como no tomar posición frente a la realidad- yo diría que esa posición no deja de cubrir una visión falsa del periodismo.
No hay periodismo aséptico. La realidad uno la ve desde una perspectiva determinada. Enfatiza ciertos aspectos de la realidad y margina otros; jerarquiza la realidad. Y la jerarquización que hace de la realidad le lleva necesariamente a tomar partido.
No una toma de partido en el sentido político partidista. No a favor de una determinada posición ideológica o de un determinado proyecto político representado por un partido, sino desde una posición que le permite a uno identificar los problemas del país y, por supuesto, comprometerse con la solución de esos problemas.
Esto me llevó a tener una visión crítica del entorno porque yo, al igual que el Padre Ignacio Ellacuría, soy de los que dicen, que
frente a una realidad estructuralmente injusta, no hay otra actitud ética y deseable que la de la indignación. Por eso es que siempre he concebido el periodismo como un ejercicio profesional que tenía que tocarle las costillas al poder.
Tenía que denunciar los abusos que se cometían en nombre del poder y exhibirlos públicamente para tratar de corregirlos.
- A propósito de Ellacuría, él decía que era necesaria una desideologización. ¿Piensa crear un Estado basado en una ideología? Explíqueme cual es el Estado constitucionalista que dice querer construir.
Yo le apuesto a que la democracia funcione en el país. Aún cuando soy un candidato de un partido que en sus estatutos se define como socialista, no estamos planteando como proyecto estratégico la construcción de socialismo. Y eso no es una contradicción.
Un partido socialista, en la medida en que se sitúa en una realidad concreta, define un proyecto político a partir de la condiciones de posibilidad que abre la realidad en la que está inmerso.
En ese sentido, lo que planteamos con el FMLN, es reconstruir la constitucionalidad democrática que ha sido desmontada a lo largo de todos estos años de gobiernos de ARENA.
Las instituciones en El Salvador no funcionan. No funcionan el sistema de justicia, la PNC, la superintendencia de competencia, la Defensoría del Consumidor.
Es obligación del Estado, de acuerdo a la Constitución, garantizar condiciones de vida digna a la población, especialmente, a los sectores más vulnerables. No obstante, este Estado se desentiende de esta responsabilidad. Bajo los gobiernos de ARENA, el Estado ha sido utilizado para favorecer a un grupo minoritario que utiliza el aparato estatal para beneficio propio.
Yo diría que ha habido un grupo económico en ARENA que ha utilizado el aparato económico para secuestrar el Estado y desmontar la institucionalidad. Yo le apuesto a recuperar esa institucionalidad y hacer que la democracia funcione.
De modo tal que no me planteo construir el socialismo en El Salvador, pues tendríamos que haber alcanzado un nivel de desarrollo en las fuerzas productivas que el país no tiene.
Eso nos lleva a adquirir un compromiso con la defensa de la constitucionalidad. Estoy proponiendo un Estado social de derecho al servicio de la sociedad, especialmente, de los sectores más pobres de la sociedad que viven una situación de exclusión y marginalidad; y, al mismo tiempo, un Estado en el cual impere la ley, donde nadie esté por encima de ella o la utilice en beneficio propio para detrimento de los demás.
Donde las reglas del juego resulten claras y las mismas para todos. Como dice popularmente: todos en el suelo o todos en la cama, pero no “unos cuantos en la cama y la mayoría en el suelo”. En esa medida vamos a hacer que el país sea viable y que funcione.
- Ricardo Ribera, catedrático e investigador de la UCA, ha calificado el sistema de gobierno de ARENA como un “capitalismo entre cherada”. A ver si me habla de esto y de las elecciones internas en ARENA.
Yo la defino como en el pasado la definió Gloria Salguero Gross, Hace unos años dijo que ARENA se había convertido en “ARENA S.A. de C.V.”. ARENA se ha convertido en una empresa privada donde los accionistas han comprado parte del capital social de esta empresa y el poder está en función de la cantidad de acciones que se tiene.
Estamos viendo en estos momentos una pelea de accionistas por ver quién tiene una parte mayor del capital social de ARENA y, por lo tanto, por ver quién tienen una cuota mayor de decisión. Tradicionalmente, los que han decidido en ARENA son los grupos económicos que han utilizado el aparato de gobierno para beneficio propio.
Pero, con la llegada del Presidente Saca y el hecho que él mantuviera el control de las estructuras partidarias, se llegó a crear un grupo de burócratas que controlan el partido y el Estado.
Ese poder les ha dado más acciones que la de los antiguos propietarios de ARENA que controlaban la maquinaria del partido en la medida en que ponían el dinero para que ésta funcionase.
Este grupo burócrata, que incluso algunos lo han llamado “grupo de burócratas gangsteriles” -porque sus prácticas políticas son propias de gángsters- es un grupo que está vinculado a la corrupción.
Este grupo, liderado por el Presidente Saca acompañado por el Ministro Figueroa y asesores que los rodean -como los señores Herberth Saca, César Funes, Adolfo Torrez, (Elmer) Charlaix y algunos ex militares que integran el “grupo Omega” que formulan la campaña sucia y la persecución política-, es el que tiene el control de la maquinaria partidaria. Este grupo busca un candidato que le sea leal, afín, y que puedan controlar; pero, sobre todo, que les garantice sus intereses, su impunidad e inmunidad.
Se enfrentan con los antiguos propietarios del partido. Cada uno de los precandidatos representaba uno de estos grupos empresariales. De Escobar representaba los intereses del grupo Poma que ha tenido una influencia en el desarrollo del partido; Laínez representaba al grupo agrario exportador que tiene a la cabeza a Don Tomás Regalado... Esos grupos económicos se enfrentaron al grupo burócrata-gangsteril.
Ahí surge una interrogante. En ARENA, las elecciones se definen por el dinero que entra en juego. En las elecciones que gana el presidente Saca, los entendidos hablan que se habrán invertido más de 100 millones de dólares que provenían de los grupos empresariales que lo apoyaron. Si ahora el Presidente Saca y su grupo se oponen a los que en el pasado habían dado esos $100 millones es porque deben de tener algún dinero que les permita funcionar.
Una pregunta que todos los ciudadanos deberían de hacerse: ¿De dónde habrán sacado el dinero para enfrentarse y prescindir de un dinero que, tradicionalmente, han dado los grupos empresariales; y llevar un candidato que no apoyaban éstos grupos? Ese forcejeo en las elecciones internas responde a una pelea de generales, en el cual un poder económico está detrás de los nuevos generales. ¿De dónde (Saca) habrá sacado el poder para imponer el candidato e ir eliminando a los contendientes? El primero que eliminó fue a Roberto Murray Meza que, aunque no entró, se hablaba que era un fuerte aspirante. Murray dijo que no se habían “creado las condiciones y que por razones personales” no entraba. Se ha filtrado que puso una serie de condiciones que el Presidente no aceptó.
Entre ellas, mesa limpia, que significaba un nuevo COENA y capacidad de decisión. Al segundo que eliminaron fue al señor Barrera que, como empresario que tiene capital propio, tenía márgenes de maniobra suficientes para enfrentarse al Presidente Saca.
El otro que eliminaron en el camino fue el excanciller Laínez, quien ya se creía candidato porque tenía el apoyo del Sr. Regalado Dueñas. Finalmente, a la que eliminan, es a la señora Vicepresidenta. Incluso, hasta la humillan y ella misma denuncia que el Sr. Herberth Saca y el Sr. Charlaix andaban convenciendo a los votantes para que no votaran por ella. ¿Cómo es posible que alguien que lideraba las encuestas lograra solo un 2% de la votación? No cabe duda que fue un mensaje que le mandaron y una humillación.
Ella después pidió la(s) cabeza(s) de los señores (César) Funes y Figueroa. Sin embargo, el Presidente Saca los confirma -también a Ávila- como miembros del COENA. Quien ganó la prueba de pulso fue el grupo burócrata-gansteril del Presidente Saca y, por eso, Ávila es expresión de ese grupo y del continuismo.
- Rodrigo Ávila fue director de la PNC y ahora busca ser Presidente. ¿Cuál es su opinión de Ávila en su anterior cargo en la policía y ahora en su aspiración de ser Presidente de la República?
Yo siempre tuve una opinión del Sr. Ávila que no tengo porqué cambiarla ahora que es mi adversario político. Yo siempre consideré que Ávila era un hombre de buenas intenciones… pero, como se dice popularmente, de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. En el caso de él, está claro que en su cargo de la policía fracasó en su intento por combatir la delincuencia. En los dos períodos al frente de la policía la criminalidad no ha bajado; al contrario, ha crecido.
En su primer período él denunciaba en mi programa una estructura paralela que era sostenida por el entonces Ministro de Seguridad, el Sr. Barrera, utilizando al Sr. “Zacarías” -recientemente asesinado en Guatemala por investigar el caso de los tres parlamentarios salvadoreños-. Esa estructura disminuía sus márgenes de maniobra como Director de la policía.
Tenía buenas intenciones pero no pudo reducir los niveles de delincuencia en el país. Y a los funcionarios no hay que juzgarlos por sus intenciones, sino por la efectividad de sus acciones.
En estos momentos en que él se convierte el candidato a la Presidencia habría que pasarle una prueba de fuego importante. ¿Siendo funcionario cumplió o no la metas que se trazó? ¿Siendo funcionario fue efectivo y eficaz en el combate a la delincuencia? No lo fue. Ni los niveles de delincuencia ni las extorsiones se redujeron. Todo lo contrario. Fue durante la administración del Sr. Ávila que apareció un grupo de sicarios dentro de la PNC. Fue denunciado por los ciudadanos y fueron juzgados.
El Ministro Figueroa se limitó a decir que eran “manzanas podridas”, cuando es difícil creer que dentro de una estructura como la PNC no se conozca la existencia de sicarios sin el conocimiento de los jefes policiales. ¿Aspira a ser Presidente de la República? Los ciudadanos tendrían que hacerse esa pregunta. “Quien no pudo reducir los niveles de delincuencia, ¿qué solvencia tiene para querer dirigir los destinos del país y querer resolver los problemas del país que van más allá de resolver los niveles de delincuencia?” Su experiencia no lo acredita como un mejor candidato.
Es una experiencia de fracaso. Aquí no cuentan los rasgos de personalidad. Aquí no vale decir “es una buena persona”. El pueblo salvadoreño no necesita de candidatos y presidentes “bonachones”.
Necesita de candidatos que se conviertan luego en presidentes con carácter y firmeza que les permita conducir un proceso que está lleno de adversidades y resistencias y que sea un candidato sensible a los problemas de la gente. Es un problema de ser competente.
- Ávila dice que el país necesita una “derecha más humana”, ¿qué respondería a eso?
Esos no dejan de ser cantos de sirena. ARENA ha ejercido el poder ejecutivo durante 19 años, tiempo suficiente para demostrar que se es capaz para resolver los problemas del país. Cuando Ávila dice que ARENA tiene que volver a su proyecto original. ¿cuál es ese proyecto? ARENA nace como una fuerza conservadora que se opone a la democracia cristiana y que les vende a los salvadoreños la falsa expectativa que son el cambio para mejorar.
Al hacer un balance de estos 19 años, los únicos que han cambiado y mejorado son los grupos económicos empresariales que han utilizado al Estado como cosa propia. Son los que siguen aferrados al pasado que pensaban que había que utilizar al Estado para beneficio propio como lo hizo el PCN con los militares al mando.
Si han tenido diecinueve años para cambiar y mejorar el país, y no lo han hecho, ¿por qué vamos a creerle que ahora sí lo van a hacer? Sobre todo luego de reconocer que se equivocaron.
Hay que prestar atención a las declaraciones que ha dado el Ministro de Agricultura.
Dijo cosas como las siguientes: “Nos equivocamos. Siguiendo recomendaciones de organismos internacionales, le apostamos más a la compra e importación de alimentos que a la producción propia”. Bajo esa concepción desmontaron la institucionalidad gubernamental de apoyo, fundamentalmente a la agricultura y ganadería, y llevaron una política con un claro sesgo anti-rural.
Desmontaron la producción agro-alimentaria. Hoy nos encontramos en un momento en el cual los precios de los alimentos, a nivel internacional, se han ido por los cielos.
Los alimentos comprados afuera son más caros que si los produjésemos acá. Pero no los producimos porque se desmontó la infraestructura de apoyo al agro y se acabaron a agricultores y ganaderos del país.
Hoy ya no hay tierras con la suficiente humedad para producir arroz y frijol y hay que irlo a producir a Honduras o Nicaragua o comprarlo afuera. Afuera es más caro. Esas declaraciones son altamente reveladoras porque en el fondo están aceptando que se equivocaron en el diagnóstico que hicieron del país y de las prioridades que le pusieron al equipo que estaba gobernando. No tenemos, entonces, que seguirnos equivocando ni tenemos que darles oportunidad a quienes se han equivocado.
Han tenido 19 años para corregirse. Cuando Ávila habla que hay que volver al origen social de la derecha habría que preguntarle que qué entiende por ese origen. Si el origen social consiste en invertir más en lo social, ¿por qué no lo han hecho? El Presidente Saca, cuando llega al poder, nos vende la idea de que va a hacer de lo social, lo fundamental; porque lo social “no es complemento de nada”.
Lo que los salvadoreños esperábamos era que le apostara a la política social y sin embargo no ha realizado el esfuerzo suficiente para invertir más en ello. Lo poco que ha invertido lo ha hecho recurriendo al endeudamiento externo que al ahorro interno.
La política fiscal no está orientada como para invertir en lo social. ¿Qué significa y quién representa la nueva derecha? Este equipo de burócratas ha buscado en el candidato inmunidad para todas las arbitrariedades que cometieron siendo funcionarios. Por lo tanto, no deja de ser una visión ideologizada cuando dice que hay que volver a los orígenes de la derecha y él representa esos orígenes.
Critican a la izquierda. El FMLN ha madurado y ha evolucionado para dirigir el destino del país a lo largo de estos 16 años de firmar la paz. Es la segunda fuerza política de la Asamblea Legislativa y gobierna las ciudades principales.
Gobierna el mayor número de salvadoreños tomando en cuenta que las ciudades que gobierna son las más pobladas. Y ha presentado una fórmula con la credibilidad suficiente como para ir creando confianza que podemos lograr un cambio seguro.
La práctica del FMLN actual es moderada, sensata y razonable. Lo que estamos proponiendo es un programa de gobierno viable que nada tiene que ver con radicalismos que es lo que ARENA está criticando.
- Se ha dicho que el Frente recibe financiamiento del Presidente Chávez. Mientras, el Presidente Saca se encuentra en los Estados Unidos recibiendo fondos para su partido.Hasta ahora el partido ARENA está queriendo asustar con el petate del muerto. Basados en las relaciones históricas que ha tenido el FMLN con el Presidente Chávez, asumen que él destinará recursos para la campaña proselitista del FMLN.
Eso no está demostrado y el mismo Presidente Chávez se lo aseguró -en privado y en público- al Presidente Saca. Ni ha enviado ni piensa enviar ayuda al FMLN. Además,
nosotros hemos propuesto una ley electoral para transparentar los fondos.
En mi condición de ciudadano y candidato por el FMLN, me acerqué a la Asamblea Legislativa a proponer un pliego de reformas que buscarían transparentar los orígenes de los fondos, ponerles un techo para no caer en la tentación de buscar fuerzas foráneas de financiamiento y, lo más importante, prohibir los aportes de personas naturales o jurídicas estratégicas.
De aprobarse, si existe la voluntad de parte de ARENA, inmediatamente despejaría cualquier duda sobre la procedencia de los fondos de campaña de FMLN. Ahí mismo se establecerían sanciones para quienes infrinjan la ley.
El FMLN financiará su campaña de la deuda política a la que tiene derecho en función de las últimas elecciones y los aportes privados que han decidido dar empresarios como el pueblo en general.
En el caso de ARENA, está ocurriendo lo contrario.
El Presidente Saca acaba de estar en California donde un empresario cubano-americano organizó un almuerzo para recoger fondos en donde se dieron aportes de 5 mil hasta 10 mil dólares con cheques firmados a nombre del partido ARENA.Quienes fueron a recibir esa ayuda fueron el Presidente Saca junto con su candidato presidencial.
La constitución prohibe que un funcionario público se valga de su cargo para hacer política partidista.Asistir a una reunión de extranjeros de nacionalidad cubana radicados en Estados Unidos, donde el propósito de la reunión era recoger fondos para la campaña de ARENA es una actividad de proselitismo electoral.
Aquí no es una cuestión que el Presidente diga que como ciudadano pueda tener participación política. La misma Constitución establece que él no es cualquier ciudadano.Él es el Presidente y, como funcionario público de elección popular, está obligado a cumplir con la Constitución, la cual le prohibe prevalerse de su cargo para hacer política partidista. ¿Quién está recibiendo fondos de afuera? Es él. Y hay evidencia porque el mismo empresario que organizó este almuerzo (Enrique Alejo) lo confirmó a varios medios de prensa.
La invitación circuló en Internet y llegó a nosotros. Ahí convoca a los ciudadanos a sumarse a una cruzada en contra del comunismo en El Salvador.
¿Quién está violando la ley? ¿Quién está recogiendo fondos de afuera? No somos nosotros: es el Presidente de la República.
En su condición de Presidente y, al mismo tiempo, de miembro de un partido político.
Así que esa es una crítica que hace ARENA como parte de una estrategia de temor. En el fondo, lo que pretenden hacer creer es que, en la medida en que recibamos ayuda de Venezuela, vamos a replicar el modelo “chavista”. Yo lo he dicho claramente:
nosotros no vamos copiar modelos de otros países. No tiene ninguna validez.
Nosotros vamos a crear una gestión pública que responda a las necesidades de los salvadoreños. Y nada tiene que ver con los modelos implementados en otros países.
- ¿Mauricio, es usted víctima del terrorismo mediático?
Esa es una categoría que expresa una forma de seudo periodismo en la cual se utiliza el periodismo y su influencia pata infundir temor. En El Salvador estamos muy cerca de caer en un terrorismo mediático. Cuando los medios de comunicación de mayor influencia en la opinión pública se colocan en la primera línea de fuego, y son estos los que se convierten en adversarios políticos e ideológicos de las fuerzas políticas de oposición que tienen la posibilidad de llegar a ser gobierno y para ello utilizan su poder de convocatoria y su influencia como medios de comunicación para infundir temor en la población e inclinar la votación en un sentido u en otro, no cabe ninguna duda que estamos cerca de una forma de periodismo que es el terrorismo practicado por los medios de comunicación, que consiste justamente en eso: apelar al miedo y al temor e influir en la conducta de los ciudadanos.
Cuando un medio de comunicación, en forma descontextualizada difunde una información que daña la imagen del principal partido político contendiente o de su candidato, haciéndolo con el propósito de anularlo políticamente -no sobre la base de una concepción franca y sincera, sino que, sobre la base del aniquilamiento político-, pues no cabe ninguna duda que se está cerca de una práctica muy próxima al terrorismo mediático, es decir, al hecho de infundir temor y de mover, en un sentido o en otro, la conciencia de los ciudadanos valiéndose de la capacidad de convocatoria que tiene el medio de comunicación en cuestión.
- Mauricio, hablando del miedo. Algunas personas creen imprudente la candidatura de Salvador Sánchez Cerén. ¿Qué les respondería a estas personas?
La derecha está queriendo utilizar un expediente del pasado. Cuando el FMLN llevó como candidato al diputado Schafik Handal, la derecha recurrió al expediente del temor. Ahora, en la medida en que el candidato a la Presidencia de la República (del FMLN) no tiene nada que ver con el pasado de guerra ni tampoco ha militado en ningún partido político -y como se dice popularmente tampoco huelo a pólvora- están cargando las baterías en contra del candidato a la Vicepresidencia de la República, ignorando que Salvador comenzó su participación política como dirigente magisterial como dirigente de ANDES 21 de Junio. Libró batallas reivindicativas como parte del gremio de maestro al cual él representaba. Sólo después de que él, junto con otros jóvenes de su época, consideraron que se había agotado la vía política para transformar el país, recurrieron a las armas.
En el camino, y después de 11 años de guerra se dieron cuenta que la vía armada estaba agotada y que el país y la sociedad salvadoreña se estaban desangrando. Lo mejor era buscar una solución negociada al conflicto. Por lo tanto, Salvador Sánchez Cerén es constructor de la paz en el país.
Junto con otros líderes del FMLN le apostaron a la paz. Al hacer esto, construyeron un partido político que entró a opinar en el terreno de la democracia parlamentaria que se ha movido en los marcos constitucionales y participa de elecciones. Ganan importantes cuotas en la Asamblea Legislativa y en los gobiernos municipales.
Esta es la cuarta elección presidencial en la cual participará. Esa es la idea y la visión que hay que vender de la práctica política de Salvador, no sólo la faceta que corresponde a su pasado guerrillero.
Antes de ser guerrillero, él fue un luchador social y dirigente magisterial; un educador de generaciones.
Después de firmar la paz, se convierte en dirigente político y hoy es el jefe de la bancada legislativa. Es un hombre que tiene la visión suficiente para entender que el país necesita una fuerza de izquierda moderada, pero convencida de que hay que provocar cambios en el país. Es un hombre que está consciente que el discurso del FMLN tiene que generar confianza.
Esa visión de Salvador Sánchez Cerén no la estimula la derecha porque resulta contraproducente a sus propósitos.
Lo venden como un dirigente ortodoxo y radical que es el que va a gobernar, y no el candidato a la Presidencia de la República. Ahí hay dos falacias. Salvador es un luchador social y un hombre con convicciones democráticas que está ubicado en cual es el papel que le toca jugar en estos momentos.
Hay que tomar en cuenta que somos un país de tradición presidencialista y, por lo tanto, cuando los electores voten van a votar por al bandera del FMLN pero al final van a convertir en presidente a un hombre que tiene tradiciones democráticas que va a gobernar con su equipo de trabajo con el respaldo político del partido que lo ha llevado a la Presidencia de República.
Es el candidato a la Presidencia el que, junto a su partido político, va a definir un gabinete y un programa de gobierno, donde el Vicepresidente tiene un rol determinado.
Es, al Presidente de la República, a quien la Constitución le define la responsabilidad de conducir el destino del país. Eso la gente no lo puede pasar por alto.
(Primera parte)
Diaro Co Latino