Como informa el diario estadounidense New York Times en su edición del 4 de noviembre de 2007, funcionarios del gobierno de Bush evalúan un plan que daría más derechos a los detenidos en el campo de prisioneros de Guantánamo (territorio cubano ocupado desde hace decadas por EEUU), en un esfuerzo por cerrar las instalaciones y posiblemente trasladar a algunos detenidos a Estados Unidos. Citando a funcionarios estadounidenses que participan en las discusiones, pero que solicitaron permanecer en el anonimato, el New York Times dijo que trasladar a los detenidos a Estados Unidos debería incluir mejores protecciones.
Si los detenidos son reubicados, "hay un reconocimiento de que por razones políticas necesitarías procedimientos más robustos que los actuales en Guantánamo," indicó un funcionario de alto rango citado por el periódico (guardando su anonimato). Funcionarios dijeron que las actuales discusiones sobre las maneras de cerrar Guantánamo habían ganado relevancia en las últimas semanas porque el secretario de Defensa Robert Gates ordenó a sus asesores que desarrollaran una propuesta para lograrlo.
Parece así que el gobierno gringo debe ceder, por fin, a las presiones internacionales contra las violaciones permanentes de los Derechos Humanos en el campo de prisioneros de Guantanamo.
Once detenidos de Guantanamo ya fueron remitidos a sus respectivos países de origen, informó el Pentágono el 4 de noviembre de 2007. Ocho de los repatriados son afganos y los tres restantes, jordanos. El informe militar de Washington señaló que los ex detenidos no "representan una amenaza para Estados Unidos y no tienen valor desde el punto de vista de la inteligencia" sobre el terrorismo (como siempre).
En Guantanamo permanecen 320 detenidos, de los cuales 80 podrían ser transferidos a sus países de origen.
Si los detenidos son reubicados, "hay un reconocimiento de que por razones políticas necesitarías procedimientos más robustos que los actuales en Guantánamo," indicó un funcionario de alto rango citado por el periódico (guardando su anonimato). Funcionarios dijeron que las actuales discusiones sobre las maneras de cerrar Guantánamo habían ganado relevancia en las últimas semanas porque el secretario de Defensa Robert Gates ordenó a sus asesores que desarrollaran una propuesta para lograrlo.
Parece así que el gobierno gringo debe ceder, por fin, a las presiones internacionales contra las violaciones permanentes de los Derechos Humanos en el campo de prisioneros de Guantanamo.
Once detenidos de Guantanamo ya fueron remitidos a sus respectivos países de origen, informó el Pentágono el 4 de noviembre de 2007. Ocho de los repatriados son afganos y los tres restantes, jordanos. El informe militar de Washington señaló que los ex detenidos no "representan una amenaza para Estados Unidos y no tienen valor desde el punto de vista de la inteligencia" sobre el terrorismo (como siempre).
En Guantanamo permanecen 320 detenidos, de los cuales 80 podrían ser transferidos a sus países de origen.
Es posible que todo esto sea una completa farsa, para obtener credibilidad ante las cercanas elecciones estadounidenses (ya ven que no solo en El Salvador sucenden estas cosas), solamente el tiempo dirá lo que estos gringos están realmente haciendo, mucho más cuando en la ONU se ve el rechazo casi total que están obteniendo a sus imposiciones extreterritoriales (aunque a los gringos nunca les ha importado lo que la ONU diga).
Referencia: New York Times (en inglés).
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