Carlos Girón S.
Nadie se alegra por supuesto de la triste aunque no sorpresiva noticia sobre la quiebra financiera en que se encuentra el actual Gobierno, que viene a contradecir el rosario de bellezas y linduras que a bombo y platillo propala todos los días, por todos los medios, el Presidente de la República. Más bien uno desearía que fuera broma o una pesadilla. Pero ha sido el propio mandatario quien lo ha admitido diciendo que a veces no hay fondos para los subsidios ni para pagar salarios.
La debacle de las finanzas públicas se debe, según uno de los ex funcionarios del régimen, a que “ha habido una administración fiscal irresponsable”, lo que en parte puede interpretarse como una recaudación de impuestos falta de equidad, es decir, que los que tienen más no han tributado lo que debían haber tributado, en tanto que se gravó con el mismo rasero a los que tienen menos; eso aparte de no proceder con la ley en la mano contra los evasores -que ha sido siempre un secreto a voces-.
Prueba de lo anterior son los millones de dólares dejados de pagar por varios de los bancos locales precisamente en concepto de impuestos, millones que en realidad han sido una regalía arbitraria y antojadiza de un Gobierno manirroto, que hasta ahora ha conseguido mantenerse a flote por las fuertes remesas que mes a mes envían desde el exterior nuestros compatriotas, remesas que son fruto del sudor y privaciones de los mismos.
Irresponsabilidad fiscal ha habido también en el uso o mal uso de los recursos de las arcas del Estado en esa megalómana propaganda en todos los medios y culto a la personalidad del actual gobernante, representando sumas millonarias cada uno de los años que lleva en el poder.
¡Ah! Y la otra campaña también masiva del candidato tricolor, al que ya le dicen “presidente”, ¿de dónde creen que salen los fondos para pagarla? ¿Y de dónde pues si no del erario? Claro, muy posiblemente parte de la iliquidez proviene de la tajada o partida presupuestaria que ya han reservado para ese propósito. Al menos es lo que lógicamente piensa la gente. Porque aquí los candidatos no hacen lo que la Hillary u Obama han hecho en Estados Unidos: dedicarse a recaudar fondos entre sus simpatizantes, andar con el sombrero en la mano. Aquí se van a lo seguro: a meter la mano en lo que no es de ellos.
Derroche irrazonable de recursos ha representado también el envío a Iraq de batallón tras batallón de soldados para ir a “reconstruir” lo que otros se han dado gusto destruyendo y aterrorizando a un pueblo cuyo gran pecado es poseer vastas reservas petroleras en el subsuelo de su territorio, que han sido el motivo de su ocupación militar por una coalición en la que, sin ser invitado, se ha incrustado éste y el anterior gobierno salvadoreños. Hay que imaginar lo que le cuesta al Estado transportar esos batallones hasta el otro lado del mundo y traerlos de regreso cada vez que hay relevos. Además están los gastos de manutención de las tropas, cuyos alimentos no son tortillas y frijoles sino otros que se adapten a las condiciones de aquel remoto país.
En la crisis que ahora viene a estallar a nivel Gobierno, pero que el pueblo trabajador tiene ratos de estar padeciendo con niveles de empobrecimiento cada vez mayores, es bueno diferenciar que no es el Estado y menos el país el que se encuentra en quiebra. Es sólo el Gobierno por culpa de quienes lo dirigen, que han estado engañando a la Nación entera. Todos ellos sabían bien lo que estaba pasando y se empeñaban en pintar cuadros de bonanza del país, especialmente ahora con la anticipada campaña proselitista en el afán de agenciarse el voto de las mayorías para seguir aferrados al poder como partido político y seguir arruinando al país.
La actual Vicepresidenta de la República, Ana Vilma de Escobar, ha coincidido justamente en estos momentos reconociendo públicamente que las arcas del Estado no están para seguir cubriendo los subsidios con los que se ha comprometido el Gobierno.
En medio de la crisis que se ha destapado no podían faltar los genios, que no se ruborizan dando consejos y recomendaciones descabelladas de lo que se podría o debería hacer para remontar la iliquidez del Gobierno.
Quien fuera el flamante Ministro de Hacienda del fatídico gobierno de Napoleón Duarte, otro que llevó al país a la bancarrota (y aquí sí fue el país) considera que la solución es bien simple: ¡subir el IVA! Es decir: que el pueblo trabajador pague la cuenta del festín que se han dado en los pasados 20 años los poderosos y privilegiados que están en el Poder o detrás de él.
Por cierto que tal ex ministro es el único que ha salido con semejante ocurrencia que serviría para venir a apalear más a la población en general y en particular a la pobrería, que cada vez aumenta más y más.
A quien las cosas se le pondrán color de hormiga, como se dice, es al presidenciable tricolor: ya no podrá ir prometiendo aquí y allá paraísos para gozar la vida porque lo primero que la gente le preguntará es de dónde sacará el pisto para hacerlos realidad si por carambola llegara a asumir las riendas de un Gobierno que se declara en franca bancarrota
Nadie se alegra por supuesto de la triste aunque no sorpresiva noticia sobre la quiebra financiera en que se encuentra el actual Gobierno, que viene a contradecir el rosario de bellezas y linduras que a bombo y platillo propala todos los días, por todos los medios, el Presidente de la República. Más bien uno desearía que fuera broma o una pesadilla. Pero ha sido el propio mandatario quien lo ha admitido diciendo que a veces no hay fondos para los subsidios ni para pagar salarios.
La debacle de las finanzas públicas se debe, según uno de los ex funcionarios del régimen, a que “ha habido una administración fiscal irresponsable”, lo que en parte puede interpretarse como una recaudación de impuestos falta de equidad, es decir, que los que tienen más no han tributado lo que debían haber tributado, en tanto que se gravó con el mismo rasero a los que tienen menos; eso aparte de no proceder con la ley en la mano contra los evasores -que ha sido siempre un secreto a voces-.
Prueba de lo anterior son los millones de dólares dejados de pagar por varios de los bancos locales precisamente en concepto de impuestos, millones que en realidad han sido una regalía arbitraria y antojadiza de un Gobierno manirroto, que hasta ahora ha conseguido mantenerse a flote por las fuertes remesas que mes a mes envían desde el exterior nuestros compatriotas, remesas que son fruto del sudor y privaciones de los mismos.
Irresponsabilidad fiscal ha habido también en el uso o mal uso de los recursos de las arcas del Estado en esa megalómana propaganda en todos los medios y culto a la personalidad del actual gobernante, representando sumas millonarias cada uno de los años que lleva en el poder.
¡Ah! Y la otra campaña también masiva del candidato tricolor, al que ya le dicen “presidente”, ¿de dónde creen que salen los fondos para pagarla? ¿Y de dónde pues si no del erario? Claro, muy posiblemente parte de la iliquidez proviene de la tajada o partida presupuestaria que ya han reservado para ese propósito. Al menos es lo que lógicamente piensa la gente. Porque aquí los candidatos no hacen lo que la Hillary u Obama han hecho en Estados Unidos: dedicarse a recaudar fondos entre sus simpatizantes, andar con el sombrero en la mano. Aquí se van a lo seguro: a meter la mano en lo que no es de ellos.
Derroche irrazonable de recursos ha representado también el envío a Iraq de batallón tras batallón de soldados para ir a “reconstruir” lo que otros se han dado gusto destruyendo y aterrorizando a un pueblo cuyo gran pecado es poseer vastas reservas petroleras en el subsuelo de su territorio, que han sido el motivo de su ocupación militar por una coalición en la que, sin ser invitado, se ha incrustado éste y el anterior gobierno salvadoreños. Hay que imaginar lo que le cuesta al Estado transportar esos batallones hasta el otro lado del mundo y traerlos de regreso cada vez que hay relevos. Además están los gastos de manutención de las tropas, cuyos alimentos no son tortillas y frijoles sino otros que se adapten a las condiciones de aquel remoto país.
En la crisis que ahora viene a estallar a nivel Gobierno, pero que el pueblo trabajador tiene ratos de estar padeciendo con niveles de empobrecimiento cada vez mayores, es bueno diferenciar que no es el Estado y menos el país el que se encuentra en quiebra. Es sólo el Gobierno por culpa de quienes lo dirigen, que han estado engañando a la Nación entera. Todos ellos sabían bien lo que estaba pasando y se empeñaban en pintar cuadros de bonanza del país, especialmente ahora con la anticipada campaña proselitista en el afán de agenciarse el voto de las mayorías para seguir aferrados al poder como partido político y seguir arruinando al país.
La actual Vicepresidenta de la República, Ana Vilma de Escobar, ha coincidido justamente en estos momentos reconociendo públicamente que las arcas del Estado no están para seguir cubriendo los subsidios con los que se ha comprometido el Gobierno.
En medio de la crisis que se ha destapado no podían faltar los genios, que no se ruborizan dando consejos y recomendaciones descabelladas de lo que se podría o debería hacer para remontar la iliquidez del Gobierno.
Quien fuera el flamante Ministro de Hacienda del fatídico gobierno de Napoleón Duarte, otro que llevó al país a la bancarrota (y aquí sí fue el país) considera que la solución es bien simple: ¡subir el IVA! Es decir: que el pueblo trabajador pague la cuenta del festín que se han dado en los pasados 20 años los poderosos y privilegiados que están en el Poder o detrás de él.
Por cierto que tal ex ministro es el único que ha salido con semejante ocurrencia que serviría para venir a apalear más a la población en general y en particular a la pobrería, que cada vez aumenta más y más.
A quien las cosas se le pondrán color de hormiga, como se dice, es al presidenciable tricolor: ya no podrá ir prometiendo aquí y allá paraísos para gozar la vida porque lo primero que la gente le preguntará es de dónde sacará el pisto para hacerlos realidad si por carambola llegara a asumir las riendas de un Gobierno que se declara en franca bancarrota
2 comentarios:
vaya era de esperarse ke todo por cuanto el pueblo trabajo y tributo se acabara...
bueno saca y figueroa con sus estaciones de radio se quedaron bien gorditos porque ellos mismos se paga sus ANUNCIOS MEGALOMANIACOS,...
toda esa caca esta fajada en billetes....tatatatataaaaa...taah!!
es que da coraje!!!!
van a dejar el pais en miseria,,,
smith06
miren este video, vean si hace sentido o no.
http://www.youtube.com/watch?v=LBAcOt7KmBs
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