Carta al militante avispado

Dagoberto Gutiérrez

Vos sabes muy bien que toda lucha electoral es lucha política aunque no toda lucha política es electoral, que actualmente está en juego, para el régimen político, la posibilidad de que funcione la figura de la alternancia, ésta es clave para la salud política de todo sistema político y consiste en la posibilidad de que un equipo de administradores de la política suceda a otro sin alterar los fundamentos del sistema. Estamos frente a la almendra del juego llamado: juego democrático, en donde ésta, la democracia, funciona como juego pero siempre el juego real será constituido por el modelo económico que es la base de todo el juego y de sus reglas.

Por supuesto que en el país solo se ha dado la alternancia cuando Napoleón Duarte entregó el gobierno a Cristiani en accidentadas circunstancias históricas y luego de este accidente, nunca se ha dado ese fruto jugoso en el árbol democrático.

La sola posibilidad de no ganar las elecciones asusta a una derecha que necesita, angustiosamente, del control total del aparato total para la rentabilidad de sus negocios, se trata en realidad de un negocio total que comprende al Estado y al gobierno, a los votantes y a los partidos y al país entero. Parte de las turbulencias actuales se explican por qué de manera casi insólita, ARENA, aparece y parece estar afuera de la derecha y vos sabes muy bien que ésta, la derecha, va mas allá, mucho mas allá, de las filas areneras.

En este panorama sigue siendo el triunfalismo el mayor error que podés cometer y la incapacidad para construir alianzas la mayor debilidad de la que adoleces; cuando pensamos en elecciones hemos de saber que no se trata solamente de partidos políticos porque los que controlan el gobierno también controlan los aparatos y estos también están en campaña y lo estarán, probablemente muy cohesionados, a la hora del recuento. Al mismo tiempo entran en campaña las clases sociales con sus intereses y su subjetividad y vos no debés olvidar, ni un segundo, que es en la subjetividad y no en las urnas donde se ganan o se pierden las votaciones.

Tu partido necesita urgentemente ser depositario de la confianza de la gente, esta confianza no ha sido suficientemente construida durante la post-guerra y por eso, en una situación de incertidumbre total, cuando solo una minoría privilegiada tiene certezas, los seres humanos, llenos de miedo, pueden valorar la eficiencia, capacidad y hasta viveza de los tomadores de decisiones en momentos de angustia, aunque estos sean los mismos causantes de la angustia que cercena la vida.

Como ya no hay tiempo para pulir las cabezas y oxigenar lo necesario, se trata de generar la mayor confianza posible a la hora de presentar proyectos de gobierno precisando siempre, más que lo que se va a hacer, el cómo se van a hacer las cosas, respondiendo a cuatro preguntas: por qué, cómo, cuándo y con quién se harán esas cosas, estas respuestas pueden nutrir la inquietante y vaporosa confianza y superar la turbulencia que produce la palabra cambio en el espíritu humano, sobre todo en el mas débil o en el poderoso que sabe que se está enriqueciendo de la pobreza del pobre.

El tema alianzas es una muleta maltratada porque estas se construyen con los diferentes y hasta con los adversarios pero nunca con los mismos; pero en todo caso mis aliados deben tener voz y voto y participar de decisiones y vos sabes muy bien, militante avispado como sos, que en ciertos lugares las planillas de la gente se confrontan con la planillas de tu partido y esta es, no lo dudés, la muestra mas patética de la incapacidad para ensancharse y crecer más allá de tu patio.

ARENA se está esforzando para entrar en la casa de la derecha y tendrá que conmocionar ciertas prácticas y criterios; de hacer esto, crecería su base electoral y el numero de votos a su favor.

Las encuestas, siendo cuantitativas, son sin embargo cualitativas y los números que te favorecen hoy pueden favorecer al otro mañana y esto es una especialidad del mercado que trabaja, para producir consumidores, en el terreno fértil del sentido común de los humanos; lo mismo harán en esta coyuntura. Si tu partido no logra parecer confiable en su capacidad, si no entiende que las alianzas no se hacen con uno mismo, si no deja de pensar que las elecciones son fiestas de los partidos políticos, pueden aparecer datos conmovedores. La lucha, la que se da adentro y abajo, requiere predicar con el ejemplo porque confianza quiere decir eso: Hacer juntos.