La mala memoria
Por Roberto Valencia
Nunca nadie me preguntó si era el mejor destino para ese dinero, pero parte de lo que me descuentan cada mes —Y A USTED TAMBIÉN— se usa desde hace meses, desde hace años, para informar sobre cómo el Gobierno de Elías Antonio Saca dizque está cumpliendo sus promesas. Mañana, tarde y noche. En televisión, radio, prensa e internet. Y puesto que todos esos mensajitos me pertenecen de una u otra manera —y a usted también— por ser C-OF-I-N-A-N-C-I-A-D-O-R, me siento legitimado para hablar de los compromisos que siguen pendientes, y que desearía que el Gobierno, por honestidad, incluyera en sus próximas campañas propagandísticas.
Se prometió, recuerden, un país seguro. Menos malacates. Hoy, sin embargo, El Salvador sigue sumido en “una crisis de seguridad pública”, afectado por “una epidemia del crimen”. Lo dijo el embajador de Estados Unidos, y parece que así pesa más, pero lo dice también el salvadoreñísimo Instituto de Medicina Legal. En 2004, año en el que tomó las riendas la actual administración, hubo 2,933 homicidios. En 2007 fueron 3,491.
Se prometió, recuerden, fortalecer el Ministerio de Medio Ambiente. Así de claro se dijo. Pero el presupuesto de esa cartera para este año es de $8.5 millones. ¿Saben cuánto fue en 2004? $10.6 millones. Hasta los tres precandidatos areneros a la Presidencia se pavoneaban en sus pseudodebates de que lo medioambiental será con ellos una verdadera prioridad.
Se prometió, recuerden, una reforma electoral que el propio Saca vendió como imprescindible para “fortalecer la democracia”. Seguimos, pues, con una democracia débil. Ni concejos municipales pluripartidistas, ni ley de partidos, ni tribunal electoral despartidizado, ni voto residencial en todo el país, ni… Cinco años al cubo de la basura.
Se prometió, recuerden, que en Meanguera de Golfo podría verse la televisión nacional. Esto se presentó como una cuestión de orgullo patrio, y hasta parece que se invirtieron varios cientos de miles de dólares para lograrlo. Pues bien, en Meanguera del Golfo no conocen aún al Cipitío ni al Brujo Barbujo.
Se prometió recuerden, masificar el aprendizaje del inglés. Era una de las puntas de lanza del Plan Nacional de Educación 2021, pero ya ven en qué quedó todo eso. Ni los Call center que llegaron a instalarse callan que no encuentran bilingües suficientes. (Me consta)
Se prometió, recuerden, que las madres solteras no estarían solas. Cuando lo piensa uno ahora hasta suena RIDÍCULO que un Gobierno se atreviera a afirmar algo así. ¿Les pensaban dar pensiones? ¿Les iban a abrir las puertas del Seguro Social? ¿Crearían una agencia matrimonial pública? Sea lo que fuere, no se cumplió. Ni siquiera se cumplió algo que está relacionado directamente con ellas, como es tener un Hospital de Maternidad digno. El Gobierno tenía el dinero de un préstamo desde 2003, y debió haberse inaugurado en 2007, pero la promesa de reconstruir Maternidad se atrofió por la mala administración de esos fondos. ¡Había $29 millones para ese hospital!
Se prometió, recuerden, una red nacional de “megaalbergues”. Se hizo después del sufrimiento causado por el huracán Stan en octubre de 2005. Pero los muertos se enterraron, y rápido, demasiado rápido, se olvidó lo apalabrado. En la estación lluviosa que inicia en poco más de un mes, o en la próxima, o en la siguiente, volverán los muertos, volverán los evacuados. Y entonces, sólo entonces, alguien se acordará de que no hay albergues.
Se prometieron leyes para regular el agua, se prometió el desarme gradual de la población, se prometió el rescate de la universidad nacional, se prometió profundizar en la reforma al sector salud… Se prometieron tantas cosas. Por eso, uno no sabe si reír o llorar cuando escucha que las únicas promesas que valen son las que se cumplen.
Por Roberto Valencia
Nunca nadie me preguntó si era el mejor destino para ese dinero, pero parte de lo que me descuentan cada mes —Y A USTED TAMBIÉN— se usa desde hace meses, desde hace años, para informar sobre cómo el Gobierno de Elías Antonio Saca dizque está cumpliendo sus promesas. Mañana, tarde y noche. En televisión, radio, prensa e internet. Y puesto que todos esos mensajitos me pertenecen de una u otra manera —y a usted también— por ser C-OF-I-N-A-N-C-I-A-D-O-R, me siento legitimado para hablar de los compromisos que siguen pendientes, y que desearía que el Gobierno, por honestidad, incluyera en sus próximas campañas propagandísticas.
Se prometió, recuerden, un país seguro. Menos malacates. Hoy, sin embargo, El Salvador sigue sumido en “una crisis de seguridad pública”, afectado por “una epidemia del crimen”. Lo dijo el embajador de Estados Unidos, y parece que así pesa más, pero lo dice también el salvadoreñísimo Instituto de Medicina Legal. En 2004, año en el que tomó las riendas la actual administración, hubo 2,933 homicidios. En 2007 fueron 3,491.
Se prometió, recuerden, fortalecer el Ministerio de Medio Ambiente. Así de claro se dijo. Pero el presupuesto de esa cartera para este año es de $8.5 millones. ¿Saben cuánto fue en 2004? $10.6 millones. Hasta los tres precandidatos areneros a la Presidencia se pavoneaban en sus pseudodebates de que lo medioambiental será con ellos una verdadera prioridad.
Se prometió, recuerden, una reforma electoral que el propio Saca vendió como imprescindible para “fortalecer la democracia”. Seguimos, pues, con una democracia débil. Ni concejos municipales pluripartidistas, ni ley de partidos, ni tribunal electoral despartidizado, ni voto residencial en todo el país, ni… Cinco años al cubo de la basura.
Se prometió, recuerden, que en Meanguera de Golfo podría verse la televisión nacional. Esto se presentó como una cuestión de orgullo patrio, y hasta parece que se invirtieron varios cientos de miles de dólares para lograrlo. Pues bien, en Meanguera del Golfo no conocen aún al Cipitío ni al Brujo Barbujo.
Se prometió recuerden, masificar el aprendizaje del inglés. Era una de las puntas de lanza del Plan Nacional de Educación 2021, pero ya ven en qué quedó todo eso. Ni los Call center que llegaron a instalarse callan que no encuentran bilingües suficientes. (Me consta)
Se prometió, recuerden, que las madres solteras no estarían solas. Cuando lo piensa uno ahora hasta suena RIDÍCULO que un Gobierno se atreviera a afirmar algo así. ¿Les pensaban dar pensiones? ¿Les iban a abrir las puertas del Seguro Social? ¿Crearían una agencia matrimonial pública? Sea lo que fuere, no se cumplió. Ni siquiera se cumplió algo que está relacionado directamente con ellas, como es tener un Hospital de Maternidad digno. El Gobierno tenía el dinero de un préstamo desde 2003, y debió haberse inaugurado en 2007, pero la promesa de reconstruir Maternidad se atrofió por la mala administración de esos fondos. ¡Había $29 millones para ese hospital!
Se prometió, recuerden, una red nacional de “megaalbergues”. Se hizo después del sufrimiento causado por el huracán Stan en octubre de 2005. Pero los muertos se enterraron, y rápido, demasiado rápido, se olvidó lo apalabrado. En la estación lluviosa que inicia en poco más de un mes, o en la próxima, o en la siguiente, volverán los muertos, volverán los evacuados. Y entonces, sólo entonces, alguien se acordará de que no hay albergues.
Se prometieron leyes para regular el agua, se prometió el desarme gradual de la población, se prometió el rescate de la universidad nacional, se prometió profundizar en la reforma al sector salud… Se prometieron tantas cosas. Por eso, uno no sabe si reír o llorar cuando escucha que las únicas promesas que valen son las que se cumplen.
2 comentarios:
Ahora arena habla de una alianza de derecha con los partidos que siempre han estado aliados a ellos el pdc y el pcn, esos partidos ya desaparecieron en las elecciones anteriores lo que pasa es que los areneros los resucitaron para su conveniencia y ahora como saben que solos ya no pueden derrotar al FMLN estan hablando de alianzas y coaliciones, pero el pueblo debe castigar a estos malos politicos y partidos extintos, señores demosles un voto de castigo y hoy si hagamoslos desaparecer no le conviene al pais tener esta clase de gobernantes, vamos por el cambio 2009...
aja...como las alcaldias del frente son tan honrradas....jajajaja.
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